EDUCAR PARA LA SALUD
La salud
hoy por hoy ya no se considera simplemente como la ausencia de enfermedad, sino
que se entiende que una persona está sana cuando goza de un estado de bienestar
general y es consciente de ello.
La
Organización Mundial de la Salud define la Educación para la Salud como “el
proceso educativo dirigido a dotar a las personas y a la comunidad de la
capacidad de aumentar su control sobre los factores que tienen influencia sobre
su salud”. Se busca que las personas sepan, pero también que quieran y que
puedan comportarse de forma saludable, mediante el desarrollo de todas sus
capacidades y a través de la reflexión, la creatividad, la motivación, el
espíritu crítico, la autoestima y la autonomía. En educación para la salud,
como en cualquier tema de educación en valores, juega un papel fundamental la
familia. Muchos de los hábitos y costumbres que se adquieren de la familia
acompañan a las personas a lo largo de toda la vida. Para ello, los padres y
las madres deben tener en cuenta la necesidad de inculcar en sus hijos e hijas
los valores necesarios para que desarrollen estilos de vida saludables y autonomía
personal.
En los
países desarrollados, la salud individual y colectiva está influenciada por el
medioambiente, los estilos de vida, la asistencia sanitaria y la biología
humana. Desde el entorno familiar, es prioritario inculcar hábitos que serán incorporados
en la vida diaria, al tiempo que se favorece un desarrollo integral de las
niñas y los niños.
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